Todos queremos un pelo sano, lleno de vida y sin rastro de daños. La buena noticia es que no hace falta magia, únicamente debes: comer bien, hidratarte, usar el champú adecuado y proteger tu cabello del calor y del sol.
En este artículo desvelamos los pasos prácticos para una rutina capilar que realmente funcione: qué incluir, qué evitar y cómo resolver las dudas más frecuentes.
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Lo que sí debes hacer para un pelo de ensueño (rutina completa)

Si bien el mercado ofrece una infinidad de productos, la clave para un cabello de ensueño va más allá de un simple ritual de lavado. Se trata de pequeños gestos que nutren y protegen tu pelo día a día.
Estas son las acciones esenciales que te llevarán a tener esa melena que siempre has deseado:
Alimentación e hidratación
Prioriza una dieta rica en proteínas (pescado, huevo, legumbres), hierro (carnes magras, lentejas), vitamina C (cítricos, pimientos), vitamina D (pescado graso, huevo y exposición solar moderada) y ácidos grasos esenciales (nueces, semillas, salmón).
Estos nutrientes son la materia prima de la fibra capilar y ayudan a que el pelo crezca con fuerza y brillo. Además, mantén una hidratación adecuada: una referencia habitual son 1,5–2 litros de agua al día, aunque debes ajustar esa cantidad según tu actividad física y el clima.
Vitaminas para el pelo
A veces, un déficit de vitaminas es la causa de que el pelo no luzca sano y bonito. Por eso, acompañar tu cuidado de algunos complementos vitamínicos para el cabello (sobre todo, los que aportan las vitaminas B3, B5, B6, B7, B8, B9 y B12) pueden ayudar a conseguirlo.
Lavado y cuidado básico
Usa champús naturales y acondicionadores formulados para tu tipo de cabello (seco, graso, fino, teñido) y, si tienes cuero cabelludo sensible, valora fórmulas suaves o sin sulfatos.
- Para lavar correctamente: humedece con agua tibia, aplica el champú, masajeando suavemente el cuero cabelludo y aclara con un chorro breve de agua fría para ayudar a sellar la cutícula y mejorar el brillo.
Aplica el acondicionador solo en medios y puntas para evitar apelmazar la raíz y, si tu pelo necesita reparación, reserva una mascarilla nutritiva una vez por semana (dos si está muy dañado), respetando siempre los tiempos de actuación para que los activos penetren.
- Al secar, evita frotar: presiona o envuelve el cabello con una toalla de microfibra o una camiseta de algodón para eliminar el exceso de agua y desenreda desde las puntas hacia la raíz con un peine de púas anchas.
Siempre que puedas, opta por dejar secar el pelo al aire. Si usas secador o herramientas térmicas, aplica antes un protector térmico, mantén la herramienta a distancia y en temperatura baja/ media, y recuerda proteger el cabello del sol y del cloro (spray con filtro UV, acondicionador sin aclarado o gorro) para prevenir la aparición de pelo dañado.
Peinado y protección
Desenreda con un peine de púas anchas o un cepillo desenredante, empezando por las puntas y subiendo gradualmente hacia la raíz para minimizar roturas. Antes de usar plancha, tenacillas o secador aplica un protector térmico y reduce tanto la frecuencia como la temperatura de las herramientas siempre que te sea posible.
Protege el cabello del sol con sprays con filtro UV, gorras o pañuelos, y antes de entrar a la piscina mójate el pelo con agua no clorada y aplica un acondicionador sin aclarado o un protector específico para reducir la absorción de cloro.
Hábitos que cuidan la fibra
Alterna peinados que no ejercen tensión, como coleteros blandos o trenzas sueltas, y evita gomas muy apretadas que puedan provocar roturas o pérdida localizada.
Si observas pérdida de densidad o un cabello muy débil, consulta con un profesional: unas analíticas simples pueden detectar déficits de hierro, vitaminas o hormonas que tengan solución y mejoren notablemente el estado del pelo.
Lo que no debes hacer en tu cabello y cómo evitarlo

Tan importante como saber qué acciones benefician a tu pelo es identificar y evitar aquellos errores comunes que lo debilitan y estropean. Pequeños gestos incorrectos pueden causar grandes daños a largo plazo.
Te mostramos los hábitos que deberías abandonar si quieres un pelo sano:
- No te laves el pelo a diario si no es necesario — alternativa: espacia lavados y usa champú seco entre medias si lo necesitas.
- No frotes con fuerza al secar — alternativa: secado con microfibra y presión suave.
- No cepilles tu cabello en mojado desde la raíz — alternativa: desenreda comenzando por puntas.
- No abuses del calor ni subas la temperatura al máximo — alternativa: peinados térmicos puntuales y protectores adecuados.
- No uses productos genéricos “para todo” — alternativa: elige fórmulas específicas para tu tipo y problema (porosidad, color, caspa, etc.). En Distribuciones Ballester nos enorgullecemos de ofrecer una gama de productos profesionales que garantizan resultados en tu cuidado capilar.
Checklist semanal para un pelo sano ✅
- Emplea champú según tu tipo de pelo — 2–3 lavados/semana (ajusta según necesidad).
- Aplica acondicionador en medios y puntas en cada lavado.
- Utiliza una mascarilla nutritiva — 1 vez/semana (2 si está muy dañado).
- Haz uso de protectores térmicos antes de secador/plancha/tenacillas.
- Desenreda siempre con peine de púas anchas y seca suave con tela de microfibra.
- ¿Piscinas? Mójate y acondiciona antes del baño; usa gorra o filtro UV en exposiciones largas.
- Alimentación e hidratación: proteínas, grasas saludables, verduras; beber agua a lo largo del día.
Tener un pelo radiante es posible si sigues estos sencillos consejos. Con los productos adecuados y una rutina capilar consistente, dirás adiós al pelo opaco y quebradizo. En Distribuciones Ballester, tenemos todo lo que necesitas para alcanzar la melena de tus sueños. ¡Visita nuestra web y descúbrelo!
Preguntas frecuentes sobre lo que hacer para tener un pelo sano
Depende del cuero cabelludo: graso → lavados más frecuentes; seco o tratado químicamente → menos. Empieza probando a espaciar 1–2 días y observa cómo responde.
Proteínas (huevo, pescado), hierro (legumbres, carnes magras), vitamina C (cítricos), vitamina D (pescado graso) y ácidos grasos (nueces, semillas). Una dieta variada es clave.
Pueden ayudar si hay una deficiencia documentada (biotina/B7, hierro, vitamina D). Antes de tomar suplementos, lo recomendable es consultar con un profesional y, si procede, hacerse analíticas.
Mójalo con agua limpia antes de entrar, aplica acondicionador sin aclarado o protector específico, usa gorro si nadas a menudo y lávalo bien tras la exposición.
Un aclarado final con agua fría ayuda a cerrar la cutícula, lo que puede aumentar la sensación de brillo y suavidad.