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Tensiómetros y termómetros

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Medirse la tensión a diario es la mejor forma de controlar que no hay subidas o bajadas que puedan resultar peligrosas para la salud. Tener un tensiómetro en casa facilita mucho la labor, porque no tendrás que desplazarte a ningún sitio ni depender de nadie. Tomarte la tensión con un tensiómetro es fácil y rápido. Solo hay que seguir las instrucciones al pie de la letra.

Los termómetros son utensilios indispensables en el botiquín de todas las casas. Es imprescindible comprar un buen termómetro, del que te puedas fiar, y tenerlo siempre a mano para controlar enseguida la aparición de la fiebre.

En Distribuciones Ballester puedes comprar tensiómetros y termómetros fiables y fáciles de utilizar. Dos instrumentos fundamentales que te permitirán estar alerta ante cualquier síntoma de que tu salud no está bien.

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¿Sabías que casi la mitad de los españoles padece hipertensión arterial? El problema es que muchos de ellos lo desconocen y cuando se dan cuenta es porque han sufrido alguna de sus consecuencias, que en ocasiones pueden ser muy graves.

Tomarse la tensión de forma regular es algo que todos deberíamos hacer, más aún si en alguna ocasión la hemos tenido alta o baja. Los tensiómetros automáticos compactos nos facilitan mucho la labor, ya que ahora podemos tomarnos diariamente la tensión en casa con precisión y llevar un control más exhaustivo. Ante el menor desajuste, es recomendable acudir de inmediato al médico para que valore si existe un problema y le ponga solución.

La fiebre es otro de los síntomas que nos dicen que algo no anda bien en nuestro cuerpo. El aumento de la temperatura corporal es un mecanismo de defensa de nuestro cuerpo ante amenazas como infecciones bacterianas o por virus. Tener un buen termómetro en casa es fundamental para poder comprobar en cualquier momento si tenemos fiebre y acudir al médico en el caso de que ésta se mantenga en el tiempo o sea muy elevada.

Tensiómetros automáticos: cómo utilizarlos

Hasta que aparecieron los tensiómetros automáticos compactos, las personas en riesgo de padecer una tensión alta tenían que acudir cada día a su médico o farmacia para medírsela. Por suerte, esto ya no es necesario, porque utilizar un tensiómetro digital en casa es mucho más cómodo y práctico.

Los resultados o mediciones que ofrecen los tensiómetros digitales de calidad son realmente ajustadas a la realidad, siempre que se utilicen adecuadamente.

Antes de tomarte la tensión, es importante que no hayas tomado café, alcohol o tabaco, porque podrían alterar los resultados.

Siéntate en algún lugar cómodo y relájate durante al menos 5 minutos antes de hacer la medición.

A la hora de tomarte la tensión, siéntate sin cruzar las piernas, con el brazo relajado y apoyado.

El manguito debe colocarse en el brazo izquierdo, sobre la piel, sin ropa, por encima del codo.

Cada tensiómetro digital tiene unas instrucciones que te indicarán cómo tomarte la tensión con él. Normalmente, basta con apretar un botón y esperar a que aparezcan los resultados.

Si tienes o has tenido la tensión alta, deberás medírtela todos los días. Incluso puede que tu médico te indique que debes medírtela dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche.

Aunque no hayas tenido nunca problemas de hipertensión, si tienes más de 40 años es recomendable que te tomes la tensión de forma regular, dos o tres veces por semana.

A la hora de comprar un tensiómetro, asegúrate de que está avalado por las sociedades científicas de hipertensión, así sabrás que puedes fiarte plenamente de sus mediciones.

Ten en cuenta que puedes comprar tensiómetros con manguitos de distintos diámetros, para que se ajusten perfectamente al perímetro de tu brazo.

Termómetros: cómo elegirlos

La precisión y la facilidad a la hora de tomar la temperatura son las dos claves que debes tener en cuenta a la hora de comprar termómetros.

Antiguamente, los termómetros eran de cristal y tenían mercurio en su interior que, al calentarse, se dilataba marcando la temperatura exacta. No obstante, este tipo de termómetros están hoy en día obsoletos. Eran precisos, pero también peligrosos.

En la actualidad, casi todos los termómetros que puedes comprar son termómetros digitales. Es decir, te muestran la temperatura en dígitos en una pantalla.

Además, algunos de ellos son termómetros por infrarrojos, que permiten tomar la temperatura simplemente acercándolos a la frente o el oído, sin necesidad de contacto directo.

Según la zona en la que se deben colocar para hacer las mediciones encontramos:

  • Termómetros planos de axila: Son los termómetros más clásicos. Se colocan en la axila, la boca o la ingle para medir allí la temperatura.
  • Termómetros de oído: estos termómetros acaban en cono para poder introducirlos ligeramente en el oído y tomar la temperatura. Suelen ser más rápidos y, por tanto, más fáciles de usar con niños.
  • Termómetros de frente: Los termómetros de frente utilizan los infrarrojos para medir la temperatura. Algunos de ellos se pueden usar también en el oído. La medición es inmediata, lo que facilita mucho las cosas con los niños.

Asegúrate de comprar termómetros fiables, de marcas reconocidas. Además, es muy recomendable optar por termómetros que ofrezcan mediciones rápidas, para ahorrar tiempo y facilitar las cosas.

En Distribuciones Ballester puedes comprar tensiómetros y termómetros fiables, precisos y fáciles de utilizar. Dos instrumentos que todos deberíamos tener en casa para prevenir y actuar frente a cualquier complicación de nuestra salud.