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¿Sabías que los conceptos ansiedad y calor están estrechamente relacionados? ¿Eres de los que padece ansiedad en verano o conoces a alguna persona a la que se le acentúa esta sintomatología ansiosa en esta época del año? 

Hoy en día, todo el mundo conoce o sabe qué es la ansiedad. Aún así, nos parece interesante refrecar este concepto. Al hablar de ansiedad nos referimos, a un conjunto de respuestas emocionales complejas, cognitivas, conductuales y fisiológicas que, autoproduce y siente una persona.

El cuerpo de la persona que padece este trastorno, genera una realidad distorsionada que se interpreta como amenazante o peligrosa en su interior. De esta forma, se desencadenan un conjunto de respuestas involuntarias que provocan una sensación de pérdida de control. 

Tensión muscular, respiración acelerada, sudoración, incremento del número de latidos por minuto o mareo por ansiedad. Estos suelen ser los síntomas o sensaciones más comunes entre las personas que sufren esta enfermedad. 

Una alteración que afecta a los estados de ánimo. Haciendo que, se afronte la vida con mucha negatividad y se pierda el ánimo de realizar aquellas actividades que reconfortan a la persona.

¿Qué relación tienen ansiedad y calor?

Las altas temperaturas que estamos sufriendo dado el cambio climático son criminales todavía más si cabe, para este tipo de personas. Con este calor, el cerebro realiza un sobreesfuerzo mayor para mantener la temperatura corporal óptima. Consumiendo mucha más energía, realizando cambios en el metabolismo cerebral e incrementando la irritabilidad. 

¿Sientes que estás todo el día como cansando? ¿Tienes la sensación de tener más sueño en verano? Esto es normal en los que padecen este trastorno y se asocia a otros tipos de síntomas como el mareo por ansiedad. 

De hecho, podemos afirmar que es al comienzo de verano, cuando el calor contribuye a los incrementos de casos de ansiedad. Dado que, el cerebro comienza a adaptarse a esta nueva situación de aumento de temperatura. 

Eso sí, parece que según avanza la estación veraniega, el organismo consigue adaptarse. Además, las vacaciones son una ayuda extraordinaría. La irritabilidad o el estrés se diluyen en gran medida y pasan desapercibidos ¡Ojo! Esto no quiere decir que desaparezcan del todo.

Y ahora bien ¿Qué hacemos para combatir la ansiedad en verano?

En muchas ocasiones no se prodrá frenar. Todos aquellos que la padecen hacen referencia a que puede aparecer de un momento a otro y sin motivo aparente. Sin embargo, es importante prevenir en la medida de lo posible, que puedan incrementarse los síntomas que relacionan ansiedad y calor. 

¿Cómo combatiremos la ansiedad en verano? Refrescándonos e hidratando nuestro cuerpo cuando notemos un calor excesivo. Evitando realizar deporte o actividades que impliquen un ritmo de aceleración alto en horas de calor intenso. O por ejemplo, llevando ropa ligera que no se pegue al cuerpo.

10 remedios naturales para la ansiedad

Desde Distribuciones Ballester creemos que, la mejor manera de prevenir o combatir esta ansiedad en verano consiste en, seguir las siguientes pautas y utilizar remedios naturales para la ansiedad

Por ello, compartimos con vosotros 10 remedios que toda persona que sufre un incremento del estrés relacionado con la ansiedad y calor, debería aplicar.

1. Utiliza ropa holgada que no se pegue al cuerpo

Lo hemos comentado sutilmente arriba, pero las prendas ajustadas pueden causar sensación de ahogo e incomodidad. Y todavía más si cabe, si hemos sudado. Por eso es altamente recomendable, usar ropa ligera y suelta.

2. Sal a caminar o haz deporte a la hora adecuada

El movimiento enfría el cuerpo. Camina o haz deporte en las horas adecuadas para ello. De hecho, puede venirte bien si sufres de inmsonio o su tu ansiedad se acentúa por la noche.

3. Mantente siempre activo para acabar con la ansiedad en verano

El verano facilita la realización de actividades que pueden ayudarte a combatir la ansiedad y calor. Las personas suelen realizar más actividades y suelen formentar sus hobbies dado que disponen de más tiempo para ello. 

Aunque no te apetezca, aunque tu estado de ánimo diga lo contrario ¡Oblígate!

4. Distrae a la mente y no entres en bucles de pensamientos negativos

¡Sal de ahí! Puede ser muy útil comenzar a meditar o incluso dedicarte pequeños momentos del día para ti y tus cuidados. Escuchar música o darte duchas de agua fria, también suelen ser una buena receta frente a esto. 

Incluso dedicarle tiempo a los cuidados de la familia, la pareja o los amigos, pero sin que esto te llega a provocar un mayor estrés o agobio.

5. Duerme las horas que necesites

Prioriza tu tiempo de sueño y descanso siguiendo los siguientes consejos que te contamos a continuación:

  • Las siestas, aunque en muchas ocasiones sienten de maravilla, quedan totalmente prohibidas. Duerme únicamente por la noche. 
  • Evita el hábito de leer, coger el móvil y de ver series en la cama. La cama solo está para dormir. 
  • Si notas que no estás preparado para dormir, no lo hagas. Dar vueltas en la cama sin tener sueño hace que se disparen los picos de ansiedad. 
  • No tomes cafeína y no realices comidas abundantes entre la tarde-noche y a ser posible, durante todo el día. 
  • Coge un hábito de hora de acostarse todas las noches. 
  • Mantén fresca tu habitación y con la menor iluminación posible para dormir. 
  • Duerme las horas que precise y necesite tu cuerpo. Dormir de más, también incrementa la ansiedad.

6. Lleva una dieta saludable

Cuida lo que comes porque se verá reflejado en ti. La ansiedad puede incrementarse en el proceso de la comida e incluso después. Revisa tus hábitos alimenticios, mantente hidratado, evita procesados y no te excedas con el azúcar porque puede afectar a tu temperamento. 

Para ello, sustitúyelos por los conocidos como sustitutivos de azúcar.

7. Practica la respiración profunda y ve como mejora la relación ansiedad y calor

La respiración profunda, es una técnica demostrada para reducir los niveles de ansiedad. Si no conoces de ella, te recomendamos informarte sobre los patrones que hay que seguir. Incluso podrías formarte en algún tipo de centro de metación o clínica de psicología. 

Los ejercicios te inducirán en una respiración lenta, profunda y regular, que puede ayudarte a controlar y restaurar los niveles normales de ritmo cardíaco. Y de esta manera, mitigar los síntomas o el mareo por ansiedad.

8. Apóyate en precursores de la serotonina o melatonina si tu estrés es elevado

El triptófano es un neurotransmisor que actúa como precursor de la serotonina. Apoyarse en este aminoácido en situaciones de estrés elevado, mejorará la respuesta y funcionamiento de nuestro sistema nervioso.

Además de regular nuestro estado anímico, podemos también mejorar gracias a la melatonina, nuestra capacidad y calidad del sueño. 

Podructos como el de Ana María la Justicia, son áltamento recomendados ¡No dudes en probarlo!

9. Intenta otras técnicas como la aromaterapia contra la ansiedad en verano

Una de las formas de promover la salud, el bienestar y favorecer la tranqulidad, es a través de la aromaterapia. Esta utiliza aceites esenciales que pueden inhalarse, utilizarse por medio de un difusor o agregarse a los baños calientes. 

Otra técnica más que mejora el estado de ánimo, reduce la presión arterial y el ritmo cardíaco y te ayuda a dormir.

10. Sustituye el café por el té

El último de los remedios naturales para la ansiedad que venimos a proponerte es sustituir el café por el té (por ejemplo, el té Bancha ecológico). La fitoterapia como remedio natural está cada vez más presente entre las personas y está demostrado que, hay plantas que son grandes relajantes o reguladoras del estrés. 

La maca, la lavanda, la tila o la valeriana son plantas que alivian y ayudan a mantener la calma produciendo en el cuerpo endorfinas.

CONCLUSIONES: 

Si eres de las personas que padece ansiedad en verano o conoces a alguien que la padezca y quieres ayudarle, sigue nuestros consejos y pon en práctica los remedios naturales para la ansiedad que te hemos comentado. Eso si, recuerda que un nivel alto de ansiedad puede que requiera de ayuda profesional. Si esto es así, consulta con tu médico de cabecera y no dudes en solicitar terapia si la precisas.