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En el mundo de hoy, el estrés forma parte de la vida de muchas personas. La familia, el trabajo y todos nuestros objetivos personales hacen que sea muy fácil acabar estresados, pero la buena noticia es que hay diversos métodos y productos naturales que permiten luchar contra el estrés.

En concreto, hoy vamos a hablarte de los aceites esenciales y, más concretamente, de cómo puedes usarlos para aprovechar todos sus beneficios.

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¿Qué son los aceites esenciales y por qué son tan beneficiosos?

Imagen en la que podemos ver a una mujer libre de estrés gracias a la utilización de los aceites esenciales para reducir el estrés.

Los aceites esenciales son extractos naturales altamente concentrados que se obtienen de plantas, flores, frutas, cortezas o raíces. Se capturan principalmente mediante procesos como la destilación al vapor o la presión en frío.

“Los aceites esenciales concentran el «alma» de la planta, es decir, su aroma, sus propiedades químicas y su energía vital”.

Antonio Ballester

Los aceites esenciales, en todas sus variantes, son tan beneficiosos por varias razones:

  • Propiedades terapéuticas: muchos aceites tienen efectos calmantes, estimulantes, antiinflamatorios, antisépticos o analgésicos. 
  • Aromaterapia: inhalar ciertos aceites esenciales puede influir en el sistema límbico del cerebro, que regula las emociones, la memoria y los comportamientos. Esto puede mejorar el estado de ánimo, reducir el estrés o favorecer el sueño.
  • Cuidado personal natural: se usan en cosmética por su capacidad para nutrir la piel, combatir bacterias y equilibrar problemas como el acné o la sequedad.
  • Apoyo al bienestar físico: algunos aceites ayudan a aliviar molestias musculares, digestivas o respiratorias.

Usos de los aceites esenciales para reducir el estrés

Imagen en la que podemos ver uno de los distintos tipos de usos de los aceites esenciales para reducir el estrés.

Usar los aceites esenciales para reducir el estrés es muy sencillo y apto para cualquiera. Lo puedes hacer de diversas formas:

  • Con difusores de aromaterapia: dispersa los aceites esenciales por toda la estancia, que puede ser tu habitación, tu oficina o cualquier otro lugar donde pases gran parte de tu tiempo. 
  • Dándote baños relajantes: añade algunas gotas de tu aceite esencial favorito al agua bien caliente y convierte el momento del baño en un ritual digno de un spa. Lograrás relajar tus músculos y calmar tu mente.
  • Disfrutando de un masaje: mezcla unas gotas de aceite esencial con tu crema hidratante y aplica el resultado sobre tu piel mientras masajeas (o dejas que te masajeen) las partes del cuerpo que notes más tensas.
  • Inhalando directamente la solución: si lo que buscas es un rápido alivio del estrés, inhala el aceite esencial de tu elección. Lo puedes hacer echando unas pocas gotas en tus manos, frotándolas y respirando profundamente, acercándotelas a la nariz.
  • Aplicándolo directamente en la piel: hay determinados aceites esenciales que se pueden aplicar sobre las zonas de la piel que se encuentren muy secas, sensibles o incluso con escamas (frecuentes signos del estrés diario), para mejorar enormemente su apariencia y salud.

“Aumentar tu bienestar es el primer paso para disfrutar de una vida más sana y feliz, y las rutinas de relax con aceites esenciales te lo ponen muy fácil”.

Antonio Ballester

Aunque el estrés es parte de la vida y es prácticamente imposible acabar completamente con él, sí puedes recurrir a ciertas técnicas o productos, como los aceites esenciales y todas sus posibilidades, para sentirte mejor y tener la capacidad de manejar más adecuadamente ese inevitable estrés.