¿Sabías que comer sano no tiene por qué ser complicado? Muchas veces creemos que para llevar una alimentación equilibrada hace falta contar calorías o seguir dietas muy estrictas, pero no siempre es así.
Afortunadamente, existen herramientas prácticas que pueden ayudarte a organizar tus comidas de manera accesible y saludable. En concreto, una de las más recomendadas por los nutricionistas es el Plato Harvard.
¿Qué es el Plato Harvard?
El Plato Harvard es una guía visual creada por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Su objetivo es ayudarnos a componer platos balanceados y nutritivos de un solo vistazo, sin necesidad de pesar los alimentos ni hacer cálculos complicados.
Su funcionamiento es muy simple: imagina que divides tu plato en tres partes:
- La mitad del plato tiene que componerse de frutas y verduras.
- Un cuarto debe incluir cereales integrales, como arroz integral, avena, quinoa o pan de centeno.
- El otro cuarto estará formado por proteínas saludables, como pescado, legumbres, huevos o carnes magras.
“Se recomienda acompañar el Plato Harvard con agua como bebida principal, utilizar aceites saludables (como el de oliva virgen extra – AOVE) y reducir al máximo el consumo de azúcar”.
Antonio Ballester.
¿Por qué es un método ideal para toda la familia?
El Plato Harvard es una herramienta muy útil tanto para adultos como para niños, porque permite crear menús variados y bien estructurados de manera flexible, sin necesidad de eliminar grupos de alimentos ni caer en restricciones excesivas.
En el caso de los más pequeños, también es una buena forma de educar en hábitos saludables desde la infancia, enseñándoles a identificar la cantidad adecuada de verduras, cereales y proteínas que debe incluir su plato.
Además, este método facilita la planificación semanal, evitando menús monótonos e invitándonos a incorporar más vegetales, cereales integrales y proteínas de calidad en nuestra dieta diaria.
¿Cómo puedes aplicarlo en tu día a día?

Seguir el Plato Harvard no significa cambiar radicalmente lo que comes, sino aprender a combinar mejor los alimentos. Aquí te dejamos algunas ideas sencillas para ponerlo en práctica:
- Si vas a preparar pasta, intenta que la ración sea moderada y que la mayor parte del plato esté compuesta por verduras. Puedes añadir, por ejemplo, calabacín, champiñones, brócoli o pimientos salteados.
- A la hora de cenar, acompaña tus proteínas (como pescado o pollo) con una buena base de ensalada, y elige pan integral como fuente de cereal.
- En los desayunos y meriendas, prioriza alimentos bajos en azúcar. Cada vez hay más opciones disponibles en el mercado que se ajustan mejor a un consumo responsable y equilibrado.
“Si te cuesta reducir el azúcar en tus comidas y bebidas, te recomendamos probar sustitutivos del azúcar como la estevia, la miel o el azúcar de abedul”.
Antonio Ballester.
El Plato Harvard: mejora tu alimentación sin complicaciones
Este método es una herramienta eficaz para cuidar la salud sin complicarse la vida. No se trata de buscar la perfección, sino de ir haciendo pequeños ajustes que, a la larga, tendrán un gran impacto en nuestro bienestar.
Desde Distribuciones Ballester te ofrecemos productos que pueden ayudarte a mejorar tus hábitos alimentarios y a reducir el consumo de elementos nocivos sin renunciar al sabor ni al disfrute.
Y tú, ¿te animas a probar el Plato Harvard? ¡Tu salud y la de tu familia lo agradecerán!